domingo, 20 de marzo de 2011

Aprendiendo Árabe 1. El Alfabeto y algunas nociones básicas

¿Por dónde empezamos? Apuntillos básicos.

El Árabe Moderno Estándar (el que se enseña en mi libro y en prácticamente todas las academias) es utilizado para la comunicación oficial, tanto oral como escrita. Con eso me refiero a periódicos, discursos del gobierno, noticias... todo aquello que tenga un alcance que vaya más allá de tu conversación con la familia, amigos o vecinos. ¿Y eso por qué? Porque el árabe tiene muchos dialectos y de alguna forma las cosas oficiales o de interés general tienen que llegar a todo el mundo, ¿no?.

También el Árabe estándar es el que se enseña en la escuela.

Hay, a groso modo, cuatro grupos dialectales:

- El norteafricano (Marruecos, Túnez, Algeria y, de algún modo, también Libia).
- El egipcio y sudanés
- El levantino (Siria, Jordania, Palestina y Líbano)
- El de la Península Arábiga e Iraq.


¿Y por qué se ha mantenido el Árabe estándar todos estos siglos como si nada? Pues hombre, aparte de porque es la lengua de la que derivan todos los demás dialectos (y se necesita, porque algunos de esos dialectos son incomprensibles entre sí), es también la lengua del Corán.

Sí, sí, el Corán se sigue leyendo hoy en día por millones de musulmanes -también hay ateos y dejadizos entre ellos, lo prometo-, pero no te preocupes, que por mucha relación especial y única que tenga la lengua Árabe con el texto sagrado del Islam, tú puedes aprender perfectamente Árabe sin tener que llevar hiyab o dejarte crecer la barba ;)



Y ahora, a lo nuestro.


Vamos a empezar con lo básico. Seguro que algunas cosas ya las sabéis:

- El Árabe se escribe de derecha a izquierda. Tened esto presente si alguna vez queréis echar un vistazo a un libro en Árabe: lo que nosotros daríamos por el final del libro, es en realidad el principio.

El lomo está a la derecha

- Escribas lo que escribas, las letras siempre van unidas, a excepción de unas pocas en ciertas posiciones que comentaré más adelante. No hay mayúsculas y minúsculas: todas las letras son del mismo tamaño (hey, eso ayuda).

- Dependiendo de si la letra está aislada o al comienzo, en medio o al final de la palabra, su forma varía ligeramente.

Vale, esto ya no ayuda tanto, pero cuando te fijas detenidamente después del susto inicial al ver 28 letras con sus respectivas variaciones, te das cuenta de que en realidad la forma cambia tan poco que con abrir o cerrar un ganchito, generalmente ya tienes todo hecho.




- Hay vocales cortas y largas. Las largas (ا ي و) se ponen por escrito siempre. Las cortas -que son esas rayitas y el simbolito que parece un 9 tumbado, siempre arriba y abajo de las palabras- se suelen omitir, a no ser el caso del Corán, de la poesía clásica antigua y de los libros de escuela.


- Alguien una vez llegó a la conclusión de que todas las palabras en Árabe tienen una raíz de tres letras ¡y nos hizo un gran favor! Esto significa que viendo esa raíz trilítera, nos podemos hacer una idea del significado de sus variaciones.

Ejemplo: la raíz k-t-b significa "escribir".
Así, tenemos: kitab (libro), kutubi (librero), kutayyib (panfleto), maktaba (biblioteca), miktaab (máquina de escribir)...

Por ponerlo fácil, es como nuestra familia de palabras: pan, panadero, panadería... todo está relacionado, ¿sí?. Pues en Árabe, lo mismo.


Para empezar, os dejo el alfabeto.






Desde mi experiencia personal, os cuento:

Tomaos vuestro tiempo en examinarlo tranquilamente y ver dónde está el truquillo para variar la forma de la letra sin tener que memorizar todo. Es mucho más fácil de lo que parece.

Echad un vistazo general pero aprended letra por letra. ¡Usad la imaginación para crear vuestra propia regla mnemotécnica!

No os comáis la cabeza pensando que esto no hay quien lo aprenda: de hecho, cada vez que aprendes una letra nueva, aunque aún te falten otras tantas, ¡es una letra más que vas a saber reconocer! y eso ya es mucho.


Practicad memorizando las letras y su equivalente en Español, junto a su forma escrita. Escribid cada una de las letras tantas veces como sea necesario. Igualito, igualito que con los cuadernillos Rubio.


El Árabe sólo se aprende si de verdad te interesa; si no, te pasa como con los sudokus: tienes una pila de ellos en casa, pero ahí están, cogiendo polvo.


Y sobre todo, ¡no te desanimes! Aprendes Árabe porque quieres, recuérdalo, y estás aquí para disfrutarlo.


¡A la tarea!


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