Según salí el Lunes de la escuela, Lutfi me dijo que habían matado (después de 10 años buscando) a Bin Laden.
Ayer estaba en la portada y otras 6 páginas de Gulf News.
Tanto Bin Laden aquí, tanto Bin Laden allá, pues pasa como con las pelis de terror: que luego sueñas.
Así que ahí estaba yo esta noche, tramando un complot a dúo con Yara para matar al susodicho.
Lo mejor de todo es que Yara tenía una hija, yo acababa de encontrar trabajo como coordinadora en un centro y vivíamos al lado de un río.
Un día, estando yo sentada a la orilla después de haber puesto los últimos retoques al plan cómo asesinarle, ¡resulta que le veo venir hacia mí! ooohhhhh miedo, miedito. Pasa con su barba larga y su turbante y una cara de mala leche que no veas, mirándome fijamente a los ojos: en ese momento supe que estaba al tanto de todo y tuve la absoluta seguridad de que iba a venir a matarme a mí, por lista.
Entonces a Yara y a mí nos entró un sentimiento así, a lo americano, y pensamos (creo que teníamos telepatía o algo, porque decir, no dijimos nada) "esto hay que hacerlo por el mundo: tenemos que acabar con él. Si en el transcurso morimos, será un precio que habremos de pagar".
¡Toma ya! De aquí a las fuerzas de élite hay sólo un paso.
No os cuento cómo terminó porque no lo sé ni yo. Bendita alarma a las 6:08 de la mañana.
jajajajajajajajaja vaya sueñoss!
ResponderEliminar