jueves, 29 de marzo de 2012

A vueltas con la tecnología

Mi hermana me regaló una tablet para los Reyes Magos para darme el gustazo de poder leer libros donde quiera que vaya sin tener que preocuparme por el exceso de peso en la maleta. 

El cacharrín funciona estupendamente y hoy me he lanzado a mi primer ebook de pago. Lo he descargado al portátil, he instalado Adobe Digital Editions para poder leerlo, me he abierto una cuenta en Adobe y listo Calisto! Todo sobre ruedas. Cuál no sería mi sorpresa cuando he intentado abrir el libro en cuestión en la tablet y me ha dicho que ¡naranjas de la China!. 

Vale, será que no tengo instalado aquí el Adobe Digital Editions. Lo busco, lo voy a descargar y me dice que no  es compatible con mi aparatín. 

Intento, de forma ilegal -creo-, transformar la extensión .drm en un pdf simple y llano. Tampoco funciona. 

Me pongo en contacto con atención al cliente de Adobe. Después del chat (que te ayudan por chat ¡pero qué avanzados!) me refieren a un foro. Ya en el foro, no encuentro nada que me sirva. 

Mientras tanto, intento descargar el mismo libro desde mi cuenta abierta en la web en la que lo compré. Después de darle al download me sale una pantalla negra y ahí se acaba todo.

Intento otra vez entrar en mi cuenta de adobe para poder autentificar el dichoso libro. Nada. 

Después de tres horas -ni más, ni menos- veo por casualidad una pregunta en el foro que se parece a la mía... 

Atención al asunto: con esto del .drm (que sólo sé que significa que el texto está protegido), además de tener en mente que tienes un número limitado de instalaciones (6), también te tienes que asegurar de que el nuevo dispositivo que intentas autentificar para poder abrir el libro tiene la fecha y uso horario acordes con el dispositivo original desde el que descargaste el ebook. O lo que es lo mismo: si te descargas el libro en España y luego intentas abrirlo en Singapur, cuando estés en Singapur tienes que modificar la fecha y hora de acuerdo a España.  

No me digáis que no es para ir y darle dos patadas en el trasero a quien fuera que inventó esto!!

Y ahora, con su permiso, me voy a disfrutar de mi recién adquirido "The abaya chronicles", de Tina Lesher, ¡que me lo he ganado!.




Vacaciones

... y no de Semana Santa, sino de spring break.

Después de un mes de preparar el concierto con los niños, la ceremonia de graduación y pintar los cuadros para recaudar fondos para el Centro de Autismo de Dubai (más las consabidas worksheets, repasar el abecedario, los números, los colores y todas esas cosas que hacemos a diario aunque parezca que no) necesitaba unos días de descanso.

¿Que no parece tanto? Intentad hacer todo lo de arriba en tres semanas con 23 niños de tres años, con sólo 2 horas al día y no muráis en el intento.

La profesión se minusvalora...

Pero como lo mío es vocación, me quejo y sigo adelante, porque en realidad ¡no podría vivir sin ello!.

Os dejo el resultado de mis pequeños artistas...


















We're going to...

¿Conocéis esa canción infantil que dice We're going to Kentucky, we're going to a fair/ to see a seniorita with flowers in her hair?

Pues nosotros no nos vamos tan lejos, pero casi: Abu Dhabi nos espera con miles de libros dispuestos a ser leídos!!

Es la vigéismosegunda (lo he comprobado) edición de la Feria Internacional del Libro de Abu Dhabi y no puedo dejar de pensar lo que voy a disfrutar.  

Leía esta mañana en el periódico que "tan sólo dos décadas después, la Feria se ha convertido en un evento que atrae público internacional". Y yo me pregunto si realmente se puede utilizar ese "tan sólo"; ¿no son veinte años mucho tiempo? O igual no... si es que se trata de catapultar algo a nivel internacional. ¿Cuánto tardó la Feria del Libro de Madrid en hacerse tan conocida?. 

Mañana es viernes, bendito viernes, y, por lo tanto, día off en los Emiratos. Si quieres hacer algo en viernes, ve a donde sea antes de las dos de la tarde: la gente está o bien durmiendo, o bien en la mezquita rezando. La marea humana viene cuando la oración termina, los infieles (nótese la ironía) se despiertan, y ambos grupos se ponen de acuerdo, salvando diferencias religiosas y culturales, en llenar sus estómagos en los centros comerciales. 

Nosotros comeremos en casa, con amigo invitado probablemente, y después partiremos a la aventura. La capital de Emiratos está a unos 130 km de Dubai y aunque la carretera entre ambos es buena y se puede ir perfectamente a 140km/hora sin que te salte un solo radar, el viaje suele tardar entre una hora y una hora y media, dependiendo principalmente del tráfico que te encuentres (que a determinadas horas es mucho) y de las condiciones meteorológicas (aún recuerdo los días de niebla intensa y las más que asiduas noticias en el periódico sobre accidentes automovilísticos). 

¡¡Ya os contaré qué me encuentro!!